Nuestra historia
Mi familia siempre ha sido agricultora, llevamos 6 generaciones dedicándonos a cultivar árboles frutales (almendros, manzanos, melocotoneros, cerezos,…).
Mi abuelo plantó sus primeros almendros en 1940. Le encantaba su trabajo y cuidaba los árboles con mucha delicadeza. Conocía a cada uno de ellos y les dedicaba mucho tiempo y cuidados.
La recolección la hacía vareando los árboles a mano y con lonas en el suelo. Al terminar la temporada, guardaban varios sacos de almendras en el granero de casa para nuestro consumo.
Todas las semanas, mi abuelo cascaba almendras apoyado en un tronco de madera con un martillo. Mi abuela se encargaba de tostar las almendras y recuerdo cómo las repartía en botes de cristal para toda la familia. El olor de las almendras tostadas impregnaba su casa.
Mi abuelo enseñó todo lo que sabía sobre los almendros a mi padre y mi abuela enseñó a mi madre a tostar las almendras. Yo he aprendido todo lo que sé de la experiencia de mi familia en el sector.
Actualmente, seguimos poniendo el mismo mimo al cuidado de los almendros, aunque la recolección la realizamos con una máquina que vibra los árboles sin causarles ningún daño.
A continuación, extendemos las almendras a secar al sol y las guardamos cuando están completamente secas para preservarlas adecuadamente.